Albariño fresco con acidez punzante y alcohol equilibrado.

Destacan los aromas cítricos, a frutas de pulpa blanca y balsámicos típicos de la variedad. En boca es tenso y de largo recorrido, con un final salino que respeta su lugar de origen muy cerca del mar, y se asemeja a los blancos gallegos y portugueses.

Las uvas se cosechan en febrero, por la noche, de los cuadros SUR 6, NORTE 10, 11 y 16, plantados en la ladera noreste del Cerro del Toro. Las plantas crecen sobre un suelo de textura franca, con presencia de rocas sieníticas y metamórficas.
​
Una vez ingresada la fruta a bodega, los racimos fueron despalillados y a baja temperatura se inició rápidamente la limpieza del mosto antes del inicio de la fermentación alcohólica, la cual se activó con levaduras seleccionadas y avanzó a 16°C, sin uso de roble.

El vino fue envasado a comienzos de mayo de 2023.